Leche de vaca y acné: mito ó realidad?

Publicaciones recientes plantean la relación entre el consumo de leche como favorecedora de acné1-3. Adebamowo y col2 en un estudio prospectivo encontraron una asociación positiva entre el consumo de leche descremada y acné, en pacientes de sexo masculino de 9 a 15 años. En un estudio randomizado, Rich-Edwards y col3 demostraron en niños prepuberales  el aumento de IGF-1 después de un mes del consumo de leche.

Como en ese estudio, se utilizó sólo leche que provenía de lecherías que no utilizaban somatotropina bovina, el autor concluye que la composición de la leche fue la que estimuló el eje somatotrópico en los niños estudiados. 

La leche de vaca tiene un alto valor nutricional por su composición proteica, el contenido de calcio, vitamina D, A, B12  y riboflavina, que son especialmente importantes en personas adultas mayores, en las cuales por razones fisiológicas asociadas al envejecimiento son más vulnerables para obtener una alimentación equilibrada. Además los programas de alimentación con leche de vaca fortificada han permitido disminuir significativamente la desnutrición infantil y mejorar la ingesta de mujeres embarazadas.  La absorción de calcio depende de diversos factores como la edad del paciente, y factores dietarios como la presencia de oligosacáridos, fibra, fitatos, lactosa y  oxalato. Una taza de leche es equivalente a un 23% de las recomendaciones de este mineral4, similar al de una tajada de quesillo o un vaso de yogourth. 100 cc de leche de vaca aportan 125 mg de calcio, equivalente al de una taza de espinaca o brócoli.

En relación a la importancia del consumo leche como fuente de aporte de calcio para prevenir la osteoporosis, recientemente se han planteado otros factores que tendrían mayor o similar relevancia en la determinación de la densidad ósea. Entre éstos se encuentran el ejercicio,  los niveles de vitamina D, magnesio, zinc, hábito tabáquico, consumo de proteínas, frutas y verduras, soya, nivel de sodio dietario, factores genéticos, y la edad de la menarquía5-9. Una elevada ingesta de proteínas animales aumenta la reabsorción ósea, por el rol "buffer" del hueso frente a la acidosis. En forma opuesta, el consumo de frutas y verduras, por su acción alcalinizante, mejora la densidad ósea. El mayor consumo de sodio en la dieta actual, es otro factor favorecedor de osteoporosis por su acción hipercalciúrica10.

Recientemente se ha estudiado la importancia de la vitamina D en la formación de la masa ósea. A pesar su síntesis endógena, algunos estudios han demostrado niveles bajos de vitamina D, especialmente en pacientes mayores12-14 .Estudios de suplementación demuestran su rol en la prevención de fracturas por osteoporosis15,16, lo que plantea la utilidad de la suplementación con vitamina D y el mayor consumo de alimentos como salmón y sardinas, por su alto contenido.

Por qué la leche agravaría el acné?

De acuerdo a nuestra revisión, un elevado consumo de leche participaría en la patogenia del acné, por dos mecanismos. Primero, existe una asociación entre IGF-1 y acné17,18. Incluso los niveles de IGF-117 se correlacionan positivamente con el número de lesiones de acné. El IGF-1 estimula la hiperqueratosis folicular y la secreción sebácea, favoreciendo la patogénesis del acné19,21 . Además se debe considerar que normalmente en la adolescencia existe  una activación fisiológica del eje somatotrópico, lo que contribuye aún más a esta elevación del IGF-1. Por otra parte, la ingesta de leche aumenta el IGF-1, de acuerdo a un estudio en pre- adolescentes3.

La relación entre el tipo de alimento consumido y la secreción de insulina está ampliamente demostrada, y como vimos previamente los valores de IGF-1 son potenciados por la insulina. Los alimentos que estimulan una mayor secreción de insulina, aumentarian los niveles de IGF-1, disminuyendo la IGFBP-1, y  disminuirían también la SHBG21. Esto aumenta los andrógenos circulantes y la secreción sebácea.

Smith et al22,23 demostraron que una dieta con alta carga glicémica, aumenta las lesiones de acné asociado a un alza de IGF-1 y disminuye la proteína transportadora de andrógenos, el SHBG . Lo contrario ocurrió en pacientes con una dieta con baja carga glicémica. Si la leche es o nó un alimento hiperinsulinémico ha sido un tema de controversia. Si consideramos sólo su índice glicémico, éste es relativamente bajo, lo que orientaría ha pensar que es un débil estimulante de la insulina. Pero diversos estudios demuestran que la leche sí es un alimento hiperinsulinémico, y esta secreción elevada de insulina se debe al tipo de composición proteica que posee24. Esto concuerda con la mayor respuesta insulinémica producida por el suero de la leche25.

            El segundo mecanismo por el que la leche agravaría el acné, es por su contenido de hormonas esteroidales26. Además del contenido normal en la leche, podrían reflejar el aporte exógeno.

En resumen, el estilo de dieta occidental participaría en la patogénesis del acné, mediado por la ingesta de alimentos como la leche, con un alta respuesta insulinémica. Considerando el alto valor nutricional la leche y la existencia de otros factores asociados a la prevención de la osteoporosis, estos estudios permitirían sugerir una disminución de su consumo en pacientes con acné, especialmente aquellos con un síndrome de resistencia insulínica asociado.

Bibliografía

1.     Danby FW.  Acne and diet. Ann Dermatol Venereol. Jan;135(1):9-11, 2008

2.     Adebamowo CA, Spiegelman D, Berkey CS, Danby FW, Rockett HH, Colditz GA, Willett WC, Holmes MD. Milk consumption and acne in teenaged boys. J Am Acad Dermatol. May;58(5):787-93,2008.

3.     Rich-Edwards JW, Ganmaa D, Pollak MN, Nakamoto EK, Kleinman K, Tserendolgor U, Willett WC, Frazier AL. Milk consumption and the prepubertal somatotropic axis.Nutr J. Sep 27;6:28, 2007.

4.     Shills ME,Olson FA, Shike M, Ross AC. Modern Nutrition in Health and Disease. Williams & Wilkins. USA 1999.

5.     Mora S, Gilsanz V Establishment of peak bone mass.Endocrinol Metab Clin North Am. Mar;32(1):39-63, 2003.

6.     Bachrach LK.Acquisition of optimal bone mass in childhood and adolescence. Trends Endocrinol Metab. Jan-Feb;12(1):22-8, 2001.

7.     Bischoff-Ferrari HA, Willett WC, Wong JB, Giovannucci E, Dietrich T, Dawson-Hughes B.Fracture prevention with vitamin D supplementation: a meta-analysis of randomized controlled trials. JAMA May 11;293(18):2257-64, 2005.

8.     Chevalley T, Rizzoli R, Hans D, Ferrari S, Bonjour JP. Interaction between calcium intake and menarcheal age on bone mass gain: an eight-year follow-up study from prepuberty to postmenarche. J Clin Endocrinol Metab. Jan;90(1):44-51, 2005

9.     Chevalley T, Bonjour JP, Ferrari S, Rizzoli R.Influence of age at menarche on forearm bone microstructure in healthy young women. J Clin Endocrinol Metab. Apr 22, 2008.

10.  Frassetto L, Morris RC Jr, Sellmeyer DE, Todd K, Sebastian A. Diet, evolution and aging–the pathophysiologic effects of the post-agricultural inversion of the potassium-to-sodium and base-to-chloride ratios in the human diet. Eur J Nutr. 40(5):200-13, 2001..

11.  Rovner AJ, O'Brien KO. Hypovitaminosis D among healthy children in the United States: a review of the current evidence.Arch Pediatr Adolesc Med. Jun;162(6):513-9, 2008.

12.  Mouyis M, Ostor AJ, Crisp AJ, Ginawi A, Halsall DJ, Shenker N, Poole KE. Hypovitaminosis D among rheumatology outpatients in clinical practice. Rheumatology (Oxford). May 22, 2008.

13.  Cherniack EP, Levis S, Troen BR. Hypovitaminosis D: a widespread epidemic.Geriatrics. Apr;63(4):24-30, 2008.

14.  Lee WT, Jiang J. The resurgence of the importance of vitamin D in bone health.Asia Pac J Clin Nutr;17 Suppl 1:138-42, 2008.

15.  Fosnight SM, Zafirau WJ, Hazelett SE. Vitamin D supplementation to prevent falls in the elderly: evidence and practical considerations. Pharmacotherapy 28(2):225-34, 2008.

16.  Maalouf J, Nabulsi M, Vieth R, Kimball S, El-Rassi R, Mahfoud Z, El-Hajj Fuleihan G. Short term and long term safety of weekly high dose vitamin D3 supplemmentation in school children.J Clin Endocrinol Metab Apr 29, 2008.

17.  Cappel M, Mauger D, Thiboutot D. Correlation between serum levels of insulin-like growth factor 1, dehydroepiandrosterone sulfate, and dihydrotestosterone and acne lesion counts in adult women.Arch Dermatol. Mar;141(3):333-8, 2005.

18.  Aizawa H, Niimura M. Elevated serum insulin-like growth factor-I (IGF-I) levels in women with postadolescent acne. J Dermatol 22:249-52, 1995.

19.  Edmondson SR, Thumiger SP, Werther GA, Wraight CJ. Epidermal homeostasis: the role of the growth hormone and insulin-like growth factor systems. Endocr Rev. Dec;24(6):737-64, 2003.

20.  Zouboulis CC, Chen WC, Thornton MJ, Qin K, Rosenfield R.Sexual hormones in human skin. Horm Metab Res. Feb;39(2):85-95,2007.

21.  Nestler JE. Obesity, insulin, sex steroids and ovulation. Int J Obes Relat Metab Disord. Jun;24 Suppl 2:S71-73, 2000.

22.  Smith RN, Mann NJ, Braue A, Mäkeläinen H, Varigos GA. The effect of a high-protein, low glycemic-load diet versus a conventional, high glycemic-load diet on biochemical parameters associated with acne vulgaris: a randomized, investigator-masked, controlled trial. J Am Acad Dermatol. Aug;57(2):247-56, 2007.

23.  Smith R, Mann N, Mäkeläinen H, Roper J, Braue A, Varigos G.  A pilot study to determine the short-term effects of a low glycemic load diet on hormonal markers of acne: a nonrandomized, parallel, controlled feeding trial. Mol Nutr Food ResJun;52(6):718-26, 2008.

24.  Nilsson M, Holst JJ, Björck IM. Metabolic effects of amino acid mixtures and whey protein in healthy subjects: studies using glucose-equivalent drinks.Am J Clin Nutr. Apr;85(4):996-1004,2007.

25.  Hoyt G, Hickey MS, Cordain L. Dissociation of the glycaemic and insulinaemic responses to whole and skimmed milk. Br J Nutr. Feb;93(2):175-7, 2005.

26.  Courant F, Antignac JP, Laille J, Monteau F, Andre F, Le Bizec B. Exposure assessment of prepubertal children to steroid endocrine disruptors. 2. Determination of steroid hormones in milk, egg, and meat samples. J Agric Food Chem. May 14;56(9):3176-84, 2008.

Acerca de GAETE Marcela | HONEYMAN Juan

Un comentario

  1. La revisión que en esta edicion nos traen los Dres Gaete y Honeyman es una veradadera joya de investigación y analisis.
    Es imposible pensar que un alimento que se introduce a nuestro organismo no va a desencadenar cambios en los órganos de la economía, en nuestro caso la piel. Y como prueba, si suministramos a nuestros perros de compañía, alimentos ricos en harinas veremos como pierden pelo además de perder el brillo, mientras que si le suministramos alimentos especialmente elaborados para ellos como ganan un cabello mas lustroso y la piel se le hace menos descamativa. Igual ocurre en nosotros, si observamos la piel de una niña de las clases D y E de nuestra sociedad a diferencia de una niña de las clases A y B.
    Con respecto al acné en 36 años que he venido interesado en el tema, el punto de la dieta va y viene como las modas. Ahora se retoma involucrando a la leche y se dan explicaciones donde se le da la culpa a la IGF-1 para algunos o el contenido de hormonas esteroideas que tiene la leche descremada, para otros investigadores.
    Particularmente, estoy de acuerdo con ustedes en que se trata de un problema de ingesta de alimentos hipercaloricos, estimuladores de insulina y por ende la IGF-1, lo que directamente o por disminución de la SHBG desencadena una mayor producción de sebocitos y por supuesto mayor cantidad de sebo.
    Por lo que no es solo la leche, son todos los alimentos hipercaloricos que el adolescente o el propenso a tener acne ingiere.
    De nuevo gracias por tan interesante revisión

Responder a Jaime Piquero Martin Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies