La salud y sus relaciones con el Estado, la industria farmacéutica y el médico

Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo
Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo. Salvador Dalí. 1943

Los esfuerzos que los gobiernos de una nación hagan por mejorar la salud, afectará no solamente al sujeto social más importante que tiene un país, como lo es su gente, sino en definitiva a la especie humana. Durante los últimos años se ha venido fraguando un consenso en materia de salud pública universal en relación con el estar sano. Tanto es así que, hoy en día, la salud por sí sola se considera un objetivo prioritario y vital para el crecimiento económico y el desarrollo humano de todos los países y en especial de aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. En este sentido, el sector sanitario no debe ser visto como un ente generador de gastos o de egresos en términos contables puro, sino como un sector clave en el desarrollo económico de las sociedades.

Invertir en la salud de las personas constituye hoy día una exigencia y una valiosa estrategia para el desarrollo integral de cualquier sociedad. En otras palabras, la salud no solo es importante para el bienestar de los individuos, las familias y las comunidades, sino que constituye por sí sola un poderoso instrumento para alcanzar la realización de todos los fines que pudiera plantearse una nación.

La salud, tal como la entiende la OMS, es el bienestar físico, psíquico y social y no solamente la ausencia de enfermedad, por lo este concepto significa tácitamente una condición natural y cultural en el hombre, pero dada siempre de modo simultanea.

La salud de un país depende fundamentalmente de una equilibrada relación entre el Estado, la industria farmacéutica y el médico, por supuesto, sin olvidar al sujeto más importante en esta tríada, que es la sociedad particularizada, en este caso, en el hombre.

El Estado, como debe ser, formulando políticas para la salud; asimismo, haciendo el seguimiento de las mismas y, por otra parte, dotando de la infraestructura física y tecnológica, como también de los insumos requeridos para complementar la materialización de estas políticas a favor de la sociedad.

La industria farmacéutica con la investigación, producción y comercialización de productos; ojo, algunos de ellos de interés social… ¡Estemos claro…¡ en función del posicionamiento y la imagen corporativa en sus mercados planetarios. Por otra parte, también, es justicia reconocer los importantes y oportunos auspicios de estas corporaciones a la investigación, y difusión del conocimiento asociado a la salud, fundamentalmente en apoyo a las sociedades más depauperadas.

Y, ¿cómo entender la función del médico en esta relación deseada? El médico, deberá ser el gran oficiante que materializará el equilibrio entre el Estado, la industria farmacéutica y la sociedad, personalizada en el individuo, receptor final de estos acuerdos.

La relación entre estos tres entes debe ser fluida, respetuosa y productiva; si uno de estos tres pilares falla el resultado final afectará la salud de la sociedad, produciendo desajustes sanitarios, de carácter estructural, reflejados en individuos con problemas para identificar la salud o enfermedad, incluso, en él mismo.

Los Estados y sus líderes no terminan de convencerse de que la salud, conjuntamente con la educación y los valores derivados de ella, son los cimientos vitales para la autorealización de una nación.

La industria farmacéutica, ante la necesidad innegable de fármacos más eficaces, pero también accesibles para quienes los requieren, aunado al aumento del promedio de vida en muchos países, que acarrea enfermedades crónicas y costosas, y junto con ello una insuficiencia presupuestaria de todos los países -pobres y ricos-, es muy difícil ignorar que pudiéramos estar ante un conflicto sanitario en la sociedad mundial. Es importante tener claro, en estos momentos, hacia dónde se dirige la industria farmacéutica frente a estas disyuntivas. Sin embargo, nadie está viendo claramente adonde estará la industria farmacéutica en 15 o 20 años. La industria farmacéutica, no siempre genera políticas permanentes para desarrollar medicamentos indispensables, con los cuales enfrentar la morbilidad en una inmensa parte de los pobres o con poco acceso a los sistemas de salud de un país moderno. Hay un sesgo evidente en la producción de drogas para las patologías de los desposeídos y/o de los pacientes con enfermedades tropicales que afectan fundamentalmente a la clase más depauperadas. Hay, en los últimos tiempos una tentadora relación con el médico, mediante unas estrategias de mercado que inducen al facultativo a prescribir una línea determinada de productos.

Finalmente las nuevas escuelas de medicina fabrican médicos en tiempo récord y con más orientación ideológica que científica, terminando por concebir a unos prestadores de salud con grandes deficiencias clínicas e inconsistencia éticas. A nosotros en Venezuela nos esta llegando una visión de la medicina, cuyos postulados se han inscrito en esta tendencia que prácticamente es el otro extremo del mismo problema.

Entonces ¿qué hay que hacer? ¿qué deberían hacer nuestros líderes? Primero corregir rumbos y planificar con expertos y no políticos las verdaderas orientaciones sanitarias de la nación, basadas en lineamientos científicos concretos donde la tríada enunciada sea el núcleo de la discusión; y después, proponer un gran acuerdo político basado en la tolerancia, el equilibrio y la participación de todos, sin exclusión de ningún grupo, probablemente de ser así, esto nos llevaría por un mejor camino.

De no avanzar este consenso con sus acuerdos esperados, se estará afectando no solamente a la sociedad, sino también, como lo dijimos al principio, a la especie humana.

 

Acerca de Rolando Hernández Pérez

Maestro de la Dermatología Ibero-Latinoamericana. Ex-Jefe Servicio de Dermatología del Hospital General "Dr. Luis Razetti", Barinas - Venezuela. Profesor de Medicina , Universidad de los Andes. Director Médico del GCCNSP - Barinas - Venezuela. Fundador y Co-editor de Pél-L Latinoameriicana (1998). Ex-Presidente de la Sociedad Venezolana de Dermatología

6 comentarios

  1. Jaime Piquero Martin

    Interesante el tema que has puesto en el tapete, ya que si se esta haciendo algo con la salud. El presidente Obama esta defendiendo la «ley Obamacare», en donde aunque se esta topando con el repudio de la derecha radical norteamericana, especialmente las compañias de seguro. Miles de millones de americanos estan teniendo derecho a la salud, incluso aquellos que tenian condiciones preexistentes. La salud aunque sigue siendo controlado por las compañias de seguro en USA, ellos no tienen el total control y no pueden mantener su afan de solo lucro.
    Obamacare se parece a la medicina socializada de los paises europeas sin la erogacion cuantiosa que tienen los estados europeos.
    Creo que el mundo deberia tomar el ejemplo de la ley Obama para lograr la salud de todos los norteamericanos.

  2. Excelente editorial, a tener en cuenta en la vision del futuro de nuestra medicina,
    La formacion de nuevas genersciones y el mantenimiento de la SALUD de nuestra nacion.

  3. Estimado Rolando; este es uno de los temas mas difíciles de tratar desde la perspectiva contemporánea del medico de trinchera como nosotros. Es decir en el entendido que el derecho a la salud biopsicosocial debiera ser universal y para todos los seres humanos, la realidad es que en la practica de la medicina en nuestros países en desarrollo este enunciado no se cumple y la combinación de pobreza, ignorancia y violencia generan oleadas de personas «no sanas» que además no tienen la correcta cobertura gubernamental de cuidados médicos y medicamentos orientados a su bienestar o la disponibilidad de estos es limitada. Por otra parte los medicamentos que en muchos casos el paciente debe comprar son sumamente costosos en ocasiones, lo cual condena a muchos enfermos a usar medicamentos menos efectivos o inclusive terapias alternativas. La industria creará drogas que signifiquen ganancias financieras y muchas de ellas a la larga demuestran ser inútiles o provocar daños colaterales cuando en muchos casos lo que se requiere son cambios educativos, prevención y modificación en los estilos de vida, y para muestra en nuestro campo lo relacionado con la prevención de la fotocarcinogénesis y la utilización de filtros solares como «panacea» cuando el80% de la radiación solar que una persona recibe sucede antes de los 18 años, es claro que lo que se necesita es educar a los niños y jóvenes en los habitos de prevención del daño solar a través de programas educativos que incluyan textiles, horarios de actividad al aire libre, conciencia del problema y finalmente el uso de filtros solares de forma correcta.
    Es decir comparto el concepto de que las políticas de salud y prevención de las enfermedades se diseñaran en mesas en donde los gobiernos, junto con los médicos de campo y la industria farmacéutica lograran un equilibrio de intereses que impactara en las enfermedades en general pero también en aquellas de la pobreza y la marginación, junto con políticas sociales de prevención, alimentación y educación dirigidas a los individuos que conforman la sociedad en forma individual y en particular los jóvenes y niños que son el futuro de nuestros países.

  4. Interesante tema y me hizo recordar la película de Elysium, ficción futurista o no? Sin embargo el día a día en la salud «social» refleja la sobrecarga de necesidades, falta de personal e infraestructura y programas para coadyuvar a eficientar la atención, se enfocan en recabar números, números y más números sin atreverse a interpretarlos de forma adecuada para lograr un equilibrio entre este trinomio tan importante (profesional-industria-estado) . Muchas decisiones se toman en escritorios lejos del campo de acción y aún cuando se cuente con un gran Arsenal terapéutico este no será suficiente si las estrategias de atención son rebasadas por la gran demanda y la poca o mucha planeación del estado pero que no acaba de concretarse porque se pierde entre tantos programas que tienen que cumplir en aras de tener números y creo yo recursos que no aterrizan como debieran. La industria debe seguir innovando y no debe perder de vista que los países en desarrollo aún requieren de medicina «curativa «y que esta creciendo, la necesidad de medicina «controlativa» pero a bajó costo o que el estado lo provea, sin embargo la gran demanda hace que los altos costos terminen por ejercer el efecto contrario y para eficientar el gasto se recurra a medicamentos de menor calidad a bajó costo. Donde el profesional de la salud se ve en la encrucijada de trabajar con lo que tiene y cuando es el paciente quien adquiere la medicina lo hace sólo con la que puede pagar. Difícil tema y de gran estudio para aquellos que se encargan de las políticas públicas y ojalá a los profesionales de la salud se les tomará más en cuenta que a los estudios de mercado o estadísticas. Alguien me decía cómo medimos la calidad de atencion en la salud? Pues midiendo la salud, pero eso es muy difícil. Así qué nos quedamos con los números de consultas, cirugias, productividad???, números de esto y otro. Y la salud???

  5. Antonio clemente heimerdinger

    Muchas gracias, el articulo sobre la salud es muy bueno, ella debe ser considerada basica en el DESARROLLO,
    saludos
    Antonio Clemente H

  6. Rolando Hernández Pérez

    Muchas gracias por sus comentarios.

    Rolando Hernández Pérez

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