Existen razones innegables para afirmar que la enseñanza y, en consecuencia, el aprendizaje del conocimiento científico han experimentado sensibles cambios con el uso de internet.
Demás está decir que no soy especialista en el tema pedagógico pero, sí, un asiduo usuario de este recurso y como tal tengo mis legítimas inquietudes derivadas del empleo de esta herramienta.
Nosotros los médicos tenemos razones suficientes para mantenernos, de alguna forma, actualizados con el desarrollo de este enorme recurso comunicacional. Razones sobran: Por una parte, por su impacto sobre una tarea que diariamente debemos mantener al día como lo es la actualización del conocimiento científico. Asimismo, por nuestra función orientadora a favor de la salud; además del beneficio que esta plataforma comunicacional presta a las ciencias médicas, siendo la telemedicina una muestra inobjetable.
Ahora bien, la presencia intermediadora de la red de redes en la vida privada y pública, individual y colectiva es sencillamente abrumadora. Esto, por ejemplo, le permite a un mismo usuario recorrer las páginas del periodismo más influyente en la tierra; entrar a los grandes centros de información académica; participar en actividades profesionales de carácter internacional; cultivar alguna práctica u oficio; los entretenimientos favoritos y un montón de etc.
Pasemos brevemente a referir las cinco grandes características que han venido haciendo de internet una asombrosa muestra del poder que esta civilización ostenta para la difusión y masificación del conocimiento, solo por citar el aspecto que hoy nos inquieta como los es la enseñanza y el aprendizaje desde internet.
- Trasciende la barrera espacial eliminando distancias. La información –en este caso el conocimiento- puede viajar desde cualquier lugar del planeta hasta el lugar del destinatario. De un laboratorio en Munich a un quirófano en Caracas.
- Trasciende la barrera temporal. Con el apoyo satelital y otros recursos altamente avanzados en materia de vehiculización de señales, como lo es también la fibra óptica, los mensajes pueden ser transportados a la velocidad de la luz. Las teleconferencias en vivo.
- Cobertura planetaria y carácter universal. No solamente porque la red está presente en cualquier lugar del planeta sino por la universalidad de los contenidos que transporta.
- Multimedia. Los mensajes pueden ser transportados y navegar en todos los formatos conocidos: fotos, gráficos, sonido, video y por supuesto textos.
- Hipertextos: Es decir la opción a los links o vínculos con otros textos.
La enorme capacidad de esta estructura comunicacional, sin duda alguna, y como ya lo hemos apuntado, tiene su impacto en la cultura de esta sociedad, en particular en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje. Incluso, con la aparición de internet no sería extraño suponer que se haya dado o esté por darse una revisión del concepto enseñanza-aprendizaje. O en todo caso de algunos de los factores que intervienen en el mismo proceso. Por ejemplo, ¿desaparecerá en alguna de las fases de este proceso el contacto interpersonal entre maestro y alumno?, ¿en qué medida lo virtual sustituiría el campo afectivo en este proceso?
Sabemos que hoy en día el aumento del conocimiento se incrementa en periodos sorprendentemente cortos, si a ello le agregamos la facilidad de acceso a esa información podemos darnos cuenta que ambas circunstancias aceleran, aún más, los cambios, lo que a su vez acorta la vigencia del conocimiento por su propensión a la obsolescencia. En este punto cabe decir también que tal aceleramiento podría, paradójicamente, reducir en el plano sicológico, la extensión de la vida. En otras palabras, la vida se hace corta para vivenciar lo nuevo.
Sin embargo, y pese a lo que hemos referido, es lícito afirmar que los principios universales de la enseñanza, aquellos que sirvieron de guía para formar nuestra cultura occidental aún permanecen. Por ejemplo, la enseñanza se cumple mediante la comunicación y expande la conciencia del individuo y con él la del grupo.
Al respecto y por simple inferencia se puede sostener que lo que pensaban los antiguos griegos del tiempo de Sócrates acerca del valor formativo de la enseñanza subyace en las avanzadas teorías pedagógicas contemporáneas.
En otras palabras, el avance civilizatorio dependerá siempre de la calidad del conocimiento y de su modo de transmitirlo; en internet hay, de hecho, una herramienta con un enorme poder informativo, de alta versatilidad para vectorizar mensajes de toda índole, pero a la vez, su aprovechamiento indiscriminado podría entrar en colisión con valores fundamentales de la vida.
En este punto, nosotros los médicos, estamos obligados a enriquecer, aún más, la utilidad y alcance de este recurso. Es decir, perfeccionarlo como herramienta para la salud, entendiendo de una vez por todas que su ingreso definitivo en la vida pasa a ser un factor sico-social para la salud, aunque también biológico, de hecho, ya es común hablar de las enfermedades derivadas de la exposición a un computador.
Rolando Hernández Pérez
Muy bueno el editorial que publica el Dr. Rolando Hernández . Muy actual. Personalmente la enseñanza y el aprendizaje en una palabra el conocimiento difundido por medio de esta herramienta representa el propio avance de la ciencia. Lo que hoy representa el internet en el campo de la información, ayer lo fué la imprenta de Gutenberg.
En hora buena
Dr. Wilmar de Jesús Briceño Rondón
Editor página web Sociedad Venezolana de Cirugía
Excelente el artículo, además de adquirir el conocimiento es necesario internalizar, aplicar , es decir ir a la acción para tomar consciencia que hemos aprendido disminuyendo de esta manera la brecha del desconocimiento al conocimiento, incorporando nuevas habilidades. Un saludo grato, Ismery Cabello