El 2 de Junio pasado el presidente de Estados Unidos de Norteamérica convoco a una reunión, (Fórum de la Casa Blanca sobre el Plan Nacional para Combatir la Resistencia Bacteriana y mejorar el uso racional de los antibióticos, “Forum on Antibiotic Stewardship”), a todas aquellas organizaciones médicas y agropecuarias, privadas y gubernamentales, como parte del esfuerzo asumido por su administración en el uso indiscriminado que se está haciendo tanto en la salud humana como la salud y comercialización animal. El CDC estima que las bacterias resistentes a los medicamentos causan dos millones de enfermedades y alrededor de 23.000 muertes al año en los Estados Unidos.
Esta reunión es consecuencia de las directrices llevadas por Barack Obama desde septiembre de 2014, cuando firmó la “Orden Ejecutiva 13.676” de priorizar los esfuerzos federales para combatir el aumento de bacterias resistentes a los antibióticos. En Marzo del 2015 se suscribió el “Plan nacional para combatir la resistencia bacteriana”, en él se especifican las acciones puntuales que deben realizar las agencias y departamentos federales para mejorar el diagnóstico y el tratamiento para limitar la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos. El presidente solicitó al Congreso norteamericano $ 1,200 millones de dólares para llevar a cabo al plan que se puede resumir así:
- Disminuir la emergencia de bacterias resistentes y prevenir la difusión de infecciones resistentes a los antibióticos
- Reforzar los planes nacionales de vigilancia para combatir la resistencia bacteriana.
- Avanzar el desarrollo y el uso rápido de métodos diagnósticos para identificar y caracterizar las bacterias resistentes.
- Acelerar la investigación y desarrollo de nuevos antibióticos, de otras modalidades terapéuticas y de vacunas
- Mejorar la colaboración internacional y las capacidades de prevención , vigilancia, control y desarrollo de resistencia bacteriana
En esa importante reunión estuvieron representados, entre otros: Departamento Americano de Agricultura, CDC, Departamento Americano de Salud , Departamento de Ciencia y Tecnología, destacados especialistas infectólogos de hospitales americanos, intensivistas, representantes de la Sociedad Americana de Pediatría, de Sociedad Americana de Microbiología, Sociedad Americana de Farmacéuticos , Sociedad Americana de Médicos Generales y algunos representantes de la Industria Farmacéutica.
En el foro se discutieron 2 grandes aspectos: agroalimentario y humano. En este último, aproximadamente 100 participantes discutieron los siguientes puntos:
- Las organizaciones médicas y paramédicas deberán seguir guías de tratamiento para las diversas enfermedades (que incluyan el uso racional de los antibióticos)
- El uso racional de los antibióticos (Antibiotic Stewarship) debe ser parte integral de los programas de educación y acreditación de todas las especialidades médicas
- Evaluación de todas las especialidades en las cuales hay un gran uso de antibióticos (25% se debe a los pediatras, 10% a los dentistas y 5% a los dermatólogos)
- Reforzar los métodos diagnósticos para la identificación de bacterias resistentes.
Firmó también un memorando dirigido a los departamentos y agencias federales, de no comprar carne y aves de corral a compañías que no manejen sus productos bajo el criterio de “responsabilidad de uso de antibióticos”. Asimismo las comidas servidas en la Casa Blanca se elaborarán con carnes y aves de corral que no hayan sido tratados con hormonas o antibióticos en la cadena de suministro. Por otra parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) anunció que ha realizado cambios en la Directiva de Regulación Veterinaria de alimentación (VFD), paso importante en la estrategia global de la FDA para promover el uso prudente de los antibióticos de importancia médica en animales productores de alimentos.
La directora médica del programa “Get smart about antibiotics” del CDC , reforzó la importancia de la Dermatología en este flagelo nacional. Si bien, menos del 1% del personal médico está representado por los dermatólogos, ellos son responsables del 5% del uso total de antibióticos. En 2013, en USA, aproximadamente 9.3 millones de prescripciones de antibióticos tópicos y orales fueron usados para enfermedades dermatológicas; 54% de las prescripciones de antibióticos tópicos y orales son para el acné, por lo que tenemos un compromiso fundamental con la salud de la sociedad
Hay mucho trabajo por hacer para fortalecer los programas de administración de antibióticos a nivel mundial, seguimiento del buen uso de antibióticos, pruebas diagnósticas rápidas y confiables todo con el fin de lograr tratamientos exitosos y seguros de las enfermedades que ameritan terapia antimicrobiana, así como comprender las causas de la resistencia a los antibióticos y todo ello requiere un compromiso de todos los que estamos dedicados a la salud en su globalidad.
Agradecimiento a la Dra. Marie-José Rueda (Asesor medico de Laboratorios Galderma) por la información que envió para preparar este editorial
Lecturas recomendadas
- National strategy for combating antibiotic resistant bacteria
- The white house blog June, 2, 2015
- Johns Hopkins
- Food Pisoning bulletin
- Piquero Martin J (ed). Antibioticos en Dermatologia 1ra ed. Caracas. Editorial Pentagrafica 3000 CA, 2015.
- En esta edicion en el modulo GALA; Global Alliance Latinoamérica, un trabajo global para mejorar el conocimiento del acné. Uso racional de los antibióticos en Dermatologia
Muy interesante el editorial. Apropiado en momentos donde el problema de resistencias a antibióticos ha llegado a limites extremos, como lo reconoce la Casa Blanca y previamente la OMS. Por supuesto que el alerta es importante, al igual que la responsabilidad en la administración de estas sustancias; sin embargo, no es un problema fácil de resolver, dada la dinámica de los procesos en la naturaleza relacionados con la adquisición de determinantes genéticos de resistencia.
El estudio de comunidades microbianas naturales mediante nuevas tecnologías como la metagenómica funcional, han dado evidencias de la existencia de determinantes de resistencia en microorganismos comensales, no patogénicos y en general en la microbiota global del medio ambiente. Un estudio reciente en el microbioma de comunidades indígenas Yanomamis en Venezuela, liderado pór la Dra. Maria Gloria Dominguez, demostró la existencia de determinantes genéticos de resistencia a antibióticos incluidos los de nueva generación; lo interesante es que estas poblaciones, al parecer nunca han tenido contacto con estas sustancias (link: https://piel-l.org/blog/39736) y el blog de nuestro editor Dr. F. Tapia:
http://felixjtapia.org/blog/2015/05/07/microbioma-de-yanomamis-el-mas-grande-y-diverso-del-mundo-scidev/
Igualmente, en cavernas aisladas por millones de año de la superficie del planeta, se han encontrado microorganismos que muestran resistencia a una gran diversidad de antibióticos, de nuevo incluidos algunos sintéticos de nueva generación. Tales determinantes de resistencia son idénticos a aquellos encontrados en patógenos humanos (https://piel-l.org/blog/33340).
El camino es duro y de responsabilidades compartidas.
Excelente.
Excelente editorial que nos sirve a todos los médicos para reflexionar ponernos en alerta activa en un momento de tanta tecnología y avances de la ciencia.
La selección del antibiótico correcto exige conocer la bacteria responsable de la enfermedad del paciente. El diagnóstico bacteriológico requiere el aislamiento de la bacteria y el estudio de su sensibilidad o resistencia frente a los antibióticos.
La resistencia bacteriana es un tema muy importante en el estudio de los antibióticos, porque su comprobación implica el fracaso de la terapéutica. El aumento del uso de antibióticos desde la década de 1940 se ha acompañado del alza creciente en la resistencia, cuya principal causa es la destrucción del antibiótico o la inactivación del mismo por la bacteria responsable de la infección.
Aunque constantemente salían al mercado nuevos antimicrobianos para combatir la resistencia – ahora menos- las bacterias han sido capaces de desarrollar defensas más efectivas contra los antibióticos más nuevos y poderosos. La producción de ß-lactamasas es el medio más importante de resistencia a los antibióticos ß-lactámicos y, en la actualidad, hay varias clases de esta enzima de origen bacteriano.
La terapia antibiótica ha conducido a una prolongación dramática en la expectativa y calidad de vida. Los avances en la medicina moderna han reducido la morbimortalidad de numerosos padecimientos, en especial de las enfermedades infecciosas. En contraste, ha ocurrido una selección de cepas bacterianas que fortalecen sus genes de resistencia a la mayoría de antibióticos.
Quienes trabajan en unidades de cuidados intensivos (UCI), saben bien que el uso de antibióticos en muchas ocasiones, no sigue los esquemas tradicionales –guías- sino que acuden a su propia experiencia, basada en distintas variables a saber: enfermo, ambiente y gérmenes infecciosos que se mueven en la unidad.
Las infecciones intrahospitalarias (IIH) que originan los organismos resistentes tienen un gran impacto sobre los enfermos, pues resultan en mayor mortalidad o en tratamientos y hospitalizaciones más prolongados y, por tanto, en alza de los costos.
El problema se complica cuando una bacteria resistente a uno o varios antibióticos son expuestos a otra droga, pues se crea la oportunidad de seleccionar un mutante que resiste al nuevo antibiótico.
Así, los organismos resistentes a los más nuevos antibióticos, a menudo también lo son a los antiguos compuestos, y se llega a la tan temida multirresistencia, como está sucediendo con la tuberculosis
Los médicos dermatólogos nos compete mucho este problema, pues el uso frecuente de antibióticos sistémicos por largo tiempo y en combinación con tratamiento tópico – ahora menos que antes –en una patología frecuente como lo es el acné con una prevalencia de casi el 10% de la población general y especialmente en los adolescentes, nos pone en alerta en una enfermedad prevalente y en donde la prescripción la hace no sólo el médico, sino cualquier persona no médica.
De manera que más que guías para el manejo de las enfermedades infecciosas como el acné, la recomendación es profundizar la fisiopatología de la enfermedad y un profundo conocimiento sobre antibióticos y manejar el paciente de forma integral, en otras palabras interrogar y examinar bien al paciente.
Rolando Hernández Pérez