¿Estarán “guindando de un pelo” los individuos que padecen de esta enfermedad?.
Veamos, aunque “sea un pelo” las causas, diagnóstico y el tratamiento de esta curiosísima patología.
Oriana es una joven rubia de veintiocho años de edad, andina de nacimiento, administradora, quien consulta por alopecia en cuero cabelludo con varios años de evolución. Desde su adolescencia tenía el hábito de tocar, enrollar e impulsivamente arrancar sus cabellos con las uñas y los dedos, incluso los pelos de las cejas y de la zona púbica. Se sentía muy avergonzada y triste con su historia que apenas sus familiares más cercanos lo sabían. Además, fue expuesta a bullyng en la escuela y su grupo social, lo que la entristecía más y la aislaba constantemente de su entorno. Acudió a diferentes terapistas y médicos sin resultado. Por recomendación de una compañera de trabajo y vecina, va por primera vez a un médico dermatólogo.
Estamos en presencia, muy probablemente, de una tricotilomanía, psicodermatosis relacionadas o incluidas antiguamente en el grupo de los trastornos obsesivos compulsivos, pero hoy día se sabe que está clasificada como un trastorno del control del impulso y parece que no está asociada con los trastornos obsesivos compulsivos exclusivamente; sin embargo, hay resistencia al comportamiento y se alivia al realizarlo; no obstante, el reconocimiento temprano, oportuno y correcto puede conducir al paciente a una solución efectiva y definitiva. Estos cuadros, veinte años atrás aproximadamente, eran poco conocidos, y de mal pronóstico. Recientemente, gracias a las investigaciones epidemiológicas y clínicas, bien delineadas y estructuradas se ha llegado a un considerable avance en el entendimiento y tratamiento de este trastorno, no solo desde el punto de vista psicofarmacológico, sino también a través de técnicas psicológicas que han ayudado a su control, manejo y cura. Los médicos dermatólogos tenemos experiencia clínica y dermopatológica en este cuadro, por lo que frecuentemente somos nosotros los que diagnosticamos primariamente esta enfermedad.
La prevalencia de la tricotilomanía no es infrecuente y cada día diagnosticamos más esta patología y sus diversos espectros; no tenemos en nuestra población una estadística confiable, pero comunmente está asociada a una significativa e importante morbilidad; en la dermatología tiene una importancia especial por las frecuentes manifestaciones dermatológicas que estos pacientes presentan, llevando a innumerables consultas.
La presencia de obsesiones y compulsiones es una característica relevante y fundamental en el diagnóstico de estos trastornos, por lo que debemos estar atento a esta manifestación en nuestra consulta diaria.
Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos indeseables, intrusivos y recurrentes, que generan desconfor físico y/o emocional, tales como ansiedad, miedo, dudas, enojo, culpa y sensación de imperfección e incompetencia y desubicación. Las compulsiones son comportamientos irresistibles, que pueden ser observados o no (por ejemplos: rituales mentales, como contar o rezar) precedidos de gran tensión y seguidos del alivio temporal después de la ejecución del comportamiento, tornándose, de esa forma repetitivos.
La neurobiología de la tricotilomanía parece estar relacionada con los neurotransmisores serotonina y noradrenalina , por lo tanto el uso de antidepresivos tricíclicos y los antidepresivos que inhiben la recaptación de la serotonina y noradrenalina como la proxetina, fluoxetina (Prozac), fluvoxamina, sertralina, citalopram y escitalopram (Lepxapro) funcionan en el manejo de este padecimiento. Algunos trabajos sugieren que el glutamato está involucrado en la patogenia del comportamiento compulsivo y hay experiencia de mejoría con la administración de N-acetilcisteina, posiblemente por su capacidad de restaurar la concentración extracelular de glutamato y corregir el estrés oxidativo.
Es de mucha importancia informar al paciente que esta patología tiene tratamiento; investigar coomorbilidades y el uso de drogas de todo tipo, incluso las de consumo recreativo social. Frecuentemente se ha observado que hay depresión que acompaña a este trastorno.
La terapia cognitiva compartamental es una técnica de reversión del hábito y se recomienda como primera línea de tratamiento en niños y pacientes con coomorbilidades psicopatológicas.
En mi experiencia, cuando recibimos a estos pacientes le brindamos mucho apoyo; hacemos un exhaustivo interrogatorio y examen físico completo, que repetimos a los quince días ;igualmente, solicitamos exámenes complementarios convencionales y a veces exploraciones laboratoriales endocrinológica, asimismo micológico directo y cultivo en medio de Sabourau y algunas veces tomamos biopsia para estudio histopatológicos.
Al concluir esta fase le brindamos al paciente mucho apoyo y medicamos con tranquilizantes o ansiolíticos.
En su evolución incorporariamos antidepresivos oral, procurando un seguimiento semana.
Luego de tres o cuatro consultas, aun cuando mejore el cuadro, lo referimos a un psiquiatra que debe estar en la misma área de trabajo o muy cerca de la nuestra.
Afortunadamente la perspectiva de sanación, en la mayoría de los casos, tiende a incrementarse aun cuando carecemos de estadísticas verificables. En otras palabras podemos decir que nuestros pacientes podrían, después del adecuado tratamiento, en razón de arrancarse los pelos más bien decidir por “soltarse el moño”.
Muy buen artículo..realmente no es tema frecuente para nosotros..
Pero que bueno que tenemos esta completa revisión y así refrescar el tema
Saludos a los colegas
Es muy común en niños, que sufren de algún maltrato, debemos estar atentos bien por los padres, niñeras o algún familiar cercano y por tanto debemos siempre interrogar muy bien, sin caer en ser «policías».Muchas gracias Dr.Hernandez, por sun articulo, saludos
Muy buen artículo, gracias por ello
Excelente. Muchas gracias!
Rolando, Una actualización excelente.
Se usa también algún tratamiento tópico?
Muchas gracias
Maria Cristina Di Prisco
Muy oportuna e importante la presentación que nos hace Rolando.
La gtricotilomanía puede ser ocasional o crónica.Localizada o extensa. El diagnóstico puede ser fácil, aunque a veces puede confundirse con alopecia areata y alopecia por tracción.
El interrogatorio se orienta a preguntar al paciente,por ejemplo: usted siente picaz;on en el cuero cabelludo? Usted «juega con el cabello»pues muchass veces niegan el hecho de arrancarse los cabellos. En casos lo calizados y frecientes se indican esteroides tópicos y antihistaminicos como placebos,mas indicaciones de no frotarse ni jugar con el cabello/ En xasos severos es imperativo la ayuda psiquiarica. >Llos pacientes y familiares muchas veces nkiegan el antecedengte,’
la dermatoscopia y la biopsia se emplean en ocasiones.
Ya que Antonio Rondon participo, quiero recordar un signo que él nos enseño » El signo del amor» y es pasar los dedos suavemente por la zona, si se sienten los pelos «pinchando» porque estan cortados o recien saliendo, sospechar de tricotilomania