A principios de la semana pasada, el CDC emitió una alerta sobre Candida auris, una levadura emergente resistente a múltiples antifungicos. Candida auris es una especie de levadura aislada por primera vez del conducto auditivo externo de un paciente en Japón en el 2009. Esta levadura patógena ha sido reportada de producir infecciones del torrente sanguíneo, infecciones de heridas, vulvovaginitis y otitis. También ha sido cultivado de orina y del tracto respiratorio. A diferencia de otras especies de levaduras patogénicas, C. auris parece tener la capacidad de transmitirse entre los pacientes de un hospital y causar infecciones invasivas asociadas al cuidados de la salud con una mortalidad elevada. Algunas cepas de C. auris presentan un elevado MIC a las tres principales clases de antifúngicos, lo que limita severamente las opciones de tratamiento. Aunque no existen puntos de corte de MIC establecidos para C. auris, el antifungigrama realizado por el CDC a una colección internacional de aislamientos demostró que casi todos los aislamientos son altamente resistentes a fluconazol sobre la base de los puntos de corte para otras Candida spp. Más de la mitad de los aislamientos de C. auris fueron resistentes a voriconazol, un tercio eran resistentes a la anfotericina B (MIC ?2), y unos pocos fueron resistentes a las equinocandinas. Algunas cepas han demostrado MICs elevados a los tres principales clases de antifúngicos azoles, incluyendo, equinocandinas, y polienos. C. auris requiere métodos especializados para su identificación y podría ser identificado erróneamente como otras levaduras cuando se basa en métodos bioquímicos tradicionales. Los aislamientos de C. auris por ejemplo no muestran tubo germinal ni la formación de clamidosporas, tampoco producen un color característico en CHROMagar y la identificación por pruebas de asimilación y fermentación de azúcar no son concluyentes. Como C. auris se asemeja fenotípicamente a Candida haemulonii las pruebas basadas en dispositivos bioquímicos comerciales disponibles, como las tiras API y el equipo automatizado VITEK-2, que se utiliza en muchos laboratorios de microbiología para identificar hongos, no puede diferenciar C. auris de especies relacionadas.
El crecimiento a 40°C (algunos autores mención a 42°C) puede diferenciar aislamientos de C. auris, habitualmente identificado erróneamente como C. haemulonii por VITEK. C. haemulonii no crece a 40 ° C, como si lo hace C. auris. Debido a estos desafíos, los laboratorios de microbiología han identificado erróneamente el micoorganismo como C. haemulonii y Saccharomyces cerevisiae. Algunos laboratorios no identifican plenamente todas las Candida a nivel de especie, y aislamientos de C. auris han sido reportados como «otras Candida spp.» Los laboratorios de salud pública, estatal y privados deben ser conscientes de este microorganismo y de las limitaciones de su identificación. Métodos de identificación como MALDI-TOF pueden diferenciar C.auris, pero no todos los equipos actualmente incluyen C. auris en su base de datos que permitan su detección. Debido a que los laboratorios de microbiología no realizan la identificación molecular de forma rutinaria, la presencia de C. auris probablemente sea mucho más frecuente que los que indican los informes publicados. Se recomienda que si se aísla C. haemulonii de muestras clínicas reenviar la cepa a los laboratorios de los Institutos de salud pública para la caracterización final.
La aparición de Candida spp. no albicans como patógenos están siendo informados cada vez más en diferentes partes del mundo, resaltando así la importancia de la identificación de Candida a nivel de especie en todos los laboratorios de microbiología. Al mismo tiempo, estas especies emergentes también muestran variación en los perfiles de sensibilidad a los antifungicos. Por lo tanto, el conocimiento de la sensibilidad a los antifungicos de estas diferentes especies puede ayudar desarrollar protocolos para el tratamiento empírico adecuado de estas infecciones.
Tomado de: Cazadores de Microbios
Bibliografia: http://www.cdc.gov
Excelente resumen Juan, preciso y consiso. El alerta que debe llamar la atención son los altos valores de CMI a los azoles y polienos principalmente cuando se realizan las pruebas de susceptibilidad, ya que es más frecuente en C. auris y no en C. haemulonii que los valores se encuentren muy elevados.
Las cepas identificadas como C. haemulonii, deben referirse al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel en donde serán conservadas hasta su caracterización por biología molecular.
Felicitaciones y un abrazo.
Maribel