En cualquier país con una democracia orgánica, cuando sus gobiernos dan cifras oficiales sus habitantes las creen, las dan como verdad. La razón es que muchas de las instituciones funcionan como observatorios.
La palabra observatorio, que viene de la astronomía, enfatiza el grado de imparcialidad y objetividad en la medición de las variables asociadas a un tópico. Los observatorios son espacios autónomos, técnicos, intersectoriales e interdisciplinarios de carácter permanente conformados por ciudadanos u organizaciones con el objetivo de elaborar diagnósticos, informes, seguimientos, etc., que permitan evaluar e incidir en determinadas políticas o procesos a través de fuentes e instrumentos propios y externos en beneficio de los ciudadanos.
Existen varios tipos de observatorios: 1) Oficiales, donde un sector del Estado se observa a sí mismo como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas; 2) Ciudadanos, ubicados y gestionando desde fuera de la institución observada, generalmente es una organización de la sociedad civil que observa a un órgano del Estado; 3) Internacionales, donde una organización internacional observa una situación en uno o varios países, contrastando diferencias entre ellos; 4) Monotópicos, en el cual se reúnen científicos que generan conocimiento sobre un tema, profesionales que aplican tal conocimiento y periodistas científicos que promueven el tópico en los medios de comunicación.
Un buen ejemplo de un observatorio monotópico fue el creado por la Fundación HelixGene en los Estados Unidos, que a raíz de la errónea interpretación, alarma y mala práctica médica en temas relacionados con genes asociados a enfermedades, se constituyeron en un ente que certifica la veracidad de las publicaciones y reportajes periodísticos, fomentando una mayor interacción entre científicos y periodistas, y generando videos y grabaciones sobre genómica médica para la enseñanza básica.
Los institutos de estadísticas de la Unión Europea funcionan como observatorios, lo que les permite generar información confiable, permitiendo una planificación ajustada a la realidad de cada país. Todas estas instituciones siguen el “Código de buenas prácticas de las estadísticas europeas”, el cual está basado en quince principios cuya aplicación se evalúa periódicamente por pares de otros países. Todas estas acciones se realizan en total transparencia con el público.
En el área de la salud, existen observatorios dedicados a temas de salud pública, salud ambiental, dieta, recreación, salud sexual y reproductiva, educación al aire libre, ejercicio y otros problemas de salud y calidad de vida. El Observatorio de la Salud de Londres fue pionero en los métodos de la medición del capital social y cómo este afecta a la curación y a la salud en general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) creó el Observatorio de la Salud Global (Global Health Observatory, GHO) cuya base de datos contiene las estadísticas y los perfiles de salud de todos los países y proporciona acceso a un repositorio interactivo que permite realizar análisis y gestión científica.
En Latinoamérica podemos mencionar, entre otros, los Observatorios Sociales y de Salud organizados por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile; el Observatorio por el Derecho Fundamental a la Salud organizado por la Personería de Medellín, Colombia; el Observatorio de Salud Pública de Santander organizado por la Fundación Oftalmológica de Santander y la Gobernación de Santander, Colombia; el Observatorio de Salud en Asturias, España organizado por Dirección General de Salud Pública y Participación de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios de Asturias.
En dermatología hay muy pocos observatorios. Uno destacado es The Skin Cancer Hub, el cual proporciona datos e información de inteligencia sobre tumores cutáneos en Inglaterra. Está dirigido a una amplia gama de profesionales que trabajan en el campo, incluyendo a los proveedores del sistema de salud, grupos de ensayos clínicos, redes de estrategia clínica, autoridades regionales, centros de Salud Pública, organizaciones benéficas, y los médicos (dermatólogos, oncólogos, patólogos, etc.). Además, proporciona información y enlaces para pacientes y público general que desean entender más sobre el cáncer de piel, incluyendo información sobre incidencia, mortalidad, tendencias pasadas y actuales, y la prevención.
Los observatorios son y serán plataformas muy útiles para transmitir información científica, veraz y de calidad, a la comunidad médica y al público general. Además son herramientas propias de los verdaderos sistemas democráticos que buscan la equidad y la participación colectiva en los problemas que afectan a la humanidad y al planeta Tierra.
Imagen de Telescopes of the Mauna Kea Observatory tomada de wikimedia bajo licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic
Excelente Felix, saludos