El 13 de marzo se celebró con varias notas de prensa a nivel mundial la fecha decisiva para la masificación del uso de internet. Ese día se recordó cuando el científico inglés Tim Berners-Lee propuso a sus jefes del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) solucionar el problema de intercambio de información entre científicos de diferentes universidades y laboratorios del todo mundo haciendo uso sólo de un computador, una conexión a internet y un navegador. Su propuesta fue calificada por sus jefes como “Es vaga pero muy emocionante«.
En sólo tres meses Berners-Lee ideó y creó el primer navegador de páginas web basado en hipertextos, la idea central era desarrollar un programa informático que presentara palabras subrayadas que cuando el usuario hiciera un clic sobre ellas inmediatamente ese computador se conectara con la fuente del contenido, fuese en esa misma página web o en otro servidor web del mundo. Sencillo y directo, esta idea permanece en el tiempo, ya nos hemos acostumbrado a ver esas palabras subrayadas y esos avisos como “clic aquí para continuar” o “Leer más”, etc.
El primer nombre escogido por Berners-Lee fue «mesh» (malla en inglés) pero como era demasiado parecido a «mess» (confusión) acabó optando por web (telaraña), acuñando el World Wide, como la gran telaraña que se extiende por todo el mundo. Una gran autopista donde se interconectan computadores Centrales llamados Servidores los cuales tienen en sus discos duros información en texto, más tarde advendría la capacidad de transmisión de imagen y video, dándole una catapulta a los contenidos para la investigación científica.
Muchos de nosotros recordamos nuestras primeras incursiones de navegación, aquellas famosas pantallas negras y alaridos electrónicos de un fax modem conectándose a la telaraña, pero sin duda alguna surgía una silenciosa satisfacción cuando comenzamos a percatarnos del insustituible tesoro que teníamos entre manos, hoy después de tantos megabytes viajados hemos alcanzado nuevos horizontes, nuevas experiencias y por supuesto, muy renovados conocimientos que nos permiten hablar de un antes y después de este fenómeno comunicacional que tanto ha beneficiado nuestro quehacer dermatológico.
Lo único malo de la web, es no usarla…
Los Editores
Foto1: Tim Berners-Lee en el evento en el que se festejaron los 20 años de la Web. Foto: Reuters
Foto2: Este NeXTcube usado por Berners-Lee en el CERN se convirtió en el primer servidor web.