Entre otras acciones farmacológicas, a la vitamina C (ácido ascórbico) se le atribuye un papel beneficioso en la prevención de diversas enfermedades incluyendo el cáncer (1).
La relación entre la vitamina C y el cáncer viene siendo objeto de controversia desde la década de los 70 (2). El consumo abundante de frutas y vegetales frescos (principales fuentes de vitamina C en la dieta) se ha relacionado con un menor riesgo de padecer la mayoría de los tipos de cáncer. En un estudio realizado a finales de los 90 se encontró una reducción significativa del riesgo en pacientes que consumían al menos 80-100 mg/d de vitamina C, lo que motivó la recomendación de consumir al menos cinco piezas de fruta y vegetales al día (2).
__________________________________
Descargue artículo completo a continuación: