El grito «Skrik» Galería Nacional de Oslo.(Foto National Gepgraphic)
Son pocos los médicos que se acercan a la jubilación sin cierto temor; ella puede ser una transición compleja que no sólo plantea interrogantes sobre la estabilidad financiera, sino que también suscita cuestiones relativas a la identidad laboral, salud personal y sentido de responsabilidad social. Jubilarse arrastra consigo implicaciones sociales, económicas, políticas y del propio yo que debemos concientizar. Nadie nos ha enseñado a vivir jubilado, así como nadie nos enseñó a ser padre, pero si podemos adecuarnos a esta nueva etapa de nuestras vidas, sin descartar áreas de nuestra vida profesional, reforzar otras como es la de un mayor acercamiento a la familia, atender nuestra salud y la de nuestros seres queridos, lograr un equilibrio psíquico, atender recursos económicos que tengamos para afrontar esta nueva etapa de la vida y sobre todo tratar de vivir plenamente lo que nos depare el destino.
En marzo del 2017 publique en este mismo espacio un editorial llamado “¿Cuándo debemos jubilarnos?” (https://piel-l.org/blog/46387 , edición 424), ahí hice algunas aproximaciones a cómo debería programarse este, lo cual he tratado de realizar y que ahora, siete años después y a las puertas de ella tratare de llevar a cabo.
Sabemos que no podemos estimar cuánto tiempo viviremos, lo cual sesga un poco la planificación financiera, (¿cuánto dinero necesitaremos para vivir durante el tiempo que nos queda por vivir?), de entrada, tenemos que hacer reducciones en nuestro gasto en esta etapa, aunque los imprevistos pueden echarnos al traste todo lo que planifiquemos.
¿Dejar el ejercicio medico?: Nuestra identidad profesional es nuestro sello personal. No puedo imaginar una vida sin practicar la medicina, esa sería una fase carente de roles, desorientadora, pienso incluso que es una traición a nuestro propio ser. He vivido 53 años cultivando una cultura en la que los médicos aprenden a priorizar el trabajo por encima de todo, con el hábito de mantenerse al día en nuevos procedimientos, tecnologías, medicamentos, protocolos de tratamiento y estándares de desarrollo profesional. Cuando imaginamos que ello lo cambiaremos por el ocio, vemos a la jubilación como una existencia carente del significado basado en un sentido de servicio, devoción a la salud y bienestar del prójimo, más aún si creemos haber cumplido con nuestros ideales de identidad laboral y nos encontramos en la cima de la carrera.
Reacomodo de nuestras vidas.
- Familia
- Estabilidad financiera
- Mantener un pie metido en la medicina
- Dedicarnos a nuestra salud
- Buscar pasatiempos
- Hacer servicios sociales comunitarios.
Con respecto a lo de “mantener un pie en la medicina” , se refiere a todo aquello relacionado con la medicina que implique mantener los valores inherentes a la identidad laboral médica (Por ejemplo hacer revisiones de temas médicos), así como contactar a comunidades necesitadas donde pueda desempeñarme como médico pero en tiempos flexibles, no dejar de estudiar, escribir, publicar, mantener los programas de tutoría, artículos de revisión de revistas revisados por pares y charlas a profesionales médicos y a la comunidad ( Si es que la inteligencia artificial no me quita el proyecto). Todo ello bajo el criterio de la flexibilidad.
Soy firmemente creyente de que “Uno no se jubila de una forma de vida”, (frase del frontispicio de nuestra publicación) por lo que puedo bajar un poco la guardia del “ser médico” pero me mantendré en contacto con la profesión; leyendo, escribiendo, asistiendo a congresos (en la medida que se pueda) y apoyando a las nuevas generaciones.
Referencias bibliográficas
- Pannor Silver M Critical reflection on physician retirement Canadian Family Physician 2016, 62 (10) 783-784;
- American Medical Association. Competency and the Aging Physician. Report 5 of the Council on Medical Education (A-15). Chicago, IL: AMA; 2015.
- Blasier RB. The problem of the aging surgeon: when surgeon age becomes a surgical risk factor. Clin Orthop Relat Res. 2009;467(2):402-411.
- Eva KW. The aging physician: changes in cognitive processing and their impact on medical practice. Acad Med. 2002;77(10)(suppl):S1-S6.
- Powell DH, Whitla DK. Profiles in Cognitive Aging. Cambridge, MA: Harvard University Press; 1994.
- Bruguera M , Calvo A [Preparing for retirement. An individual and medical college’s responsibility] Med Clin (Barc). 2012 Jun 2;139(1):38-41
- Pannor Silver M Critical reflection on physician retirement Canadian Family Physician October 2016, 62 (10) 783-784
- Patchen Dellinger E, Pellegrini CA, Gallagher TH The aging physician and the medical profession a revew JAMA Surg 2017; 152(10): 967-971
Excelente editorial, muy bien pensada, con buen mensaje de aliento para los que estan jubilados o estan proximos a ellos. Induce a una introspeccion positiva y no tragica, la vida no se acaba, solo diversifica el rumbo. Felicidades. Me encanto.
Muy cierto Jaime. Hace unos cuantos años yo le decía al Dr. Manuel Palacios que cuando se jubilaría y me respondió “nunca”, no podría vivir sin la cirugía. Al Dr. Fernando Rodríguez Montalvo lo entrevistaron una vez y le hicieron la misma pregunta y respondió “yo me jubilé de la jubilación” Hoy podemos entender estas respuestas porque hemos llegado a esa edad. Soy, como tú, un apasionado de mi trabajo y se me hace muy difícil imaginarme sin la cirugía. Este trabajo es como un vicio, mientras más lo haces ma quieres hacerlo, es un reto muy severo. Pienso que mientras las manos hagan lo que el cerebro dice y mientras el pensamiento esté claro podremos continuar en este trabajo.
Dra Marta siniscalchi . Nuestra profesión es para ejercerla toda nuestras vidas en diferentes facetas
Excelente disertación Maestro
Que cuando llegué la jubilación nos encuentre trabajando!
Gracias Jaime, por tu invitación a reflexionar sobre una experiencia que puede ser devastadora. A mi padre,, administrador de un hospital anti TBC, lo sumergió en una depresión irreversible.
Un abrazo
Maravillosa editorial Profesor.
Un abrazo desde Chile
La jubilación impacta significativamente la calidad de vida de los médicos, generando tanto beneficios como desafíos.
Por un lado, muchos médicos experimentan una mejora en su salud mental y hábitos de vida tras dejar el trabajo, adoptando estilos más saludables y reduciendo el estrés asociado a la práctica médica. Sin embargo, la pérdida de ingresos y el cambio en su estatus social pueden llevar a una disminución en la calidad de vida, con sentimientos de aislamiento y pérdida de propósito.
Generalmente no nos preparamos para esta importante etapa de la vida del profesional de la medicina, creemos que seremos «activos» toda la vida, sin percatarnos que a medida que envejecemos perdemos habilidades físicas y mentales.
Creo que el secreto es crear una enseñansa continua para habilitarnos en esta etapa de nuestras vidas profesional. Agradezco al Dr. Jaime Piquero Martin por haber planteado este tema.
Excelente editorial Dr Piquero, es que la vocación de servicio no tiene fecha de expiración.
Abrazos!!!!!
Gracias amigos por sis palabras
No es facil, aunque tengo un tiempo haciendome la idea. Ya montado en ella lo enfrentare tratando de vivir y manteniendo proyectos dentro de la dermatologia en la distancia : Teledermatologia, publicaciones, preparacion de eventos, charlas. Al fin y al cabo uno no se jubila totalmente de una forma de vivir